sábado, 24 de mayo de 2014

CUANDO LA FELICIDAD LLAMA A TU PUERTA....

Mirad, es que no siempre se debe una recordar de las cosas malas, los tiempos difíciles, lo cuesta arriba que se pone a veces el día a día, las discusiones y desencuentros con los hijos o la pareja o la familia o los amigos o el tendero de la esquina si me apuras a poner ejemplos.
 
Hay veces en que debemos parar y darle a las cosas buenas la importancia que se merecen y que por el simple hecho de no parar no somos capaces de disfrutar en su justa medida, es decir nos alegran el momento y acto seguido las olvidamos.
 
Así que, ahora durante un rato, me propongo meditar y recordar cosas buenas que me han pasado este año aunque es seguro que me olvidaré de muchas otras pero..... a veces la memoria es así de huidiza.
 
La fiesta de aniversario de mis primos Isabel y Joan. Intensa..... interesante...... preparativos durante meses a escondidas de uno y otro para que la mano derecha no supiera lo que la mano izquierda encargaba y preparaba. El cariño y la armonía que se vivió ese día, el buen rollismo que fluía por la sala de la fiesta entre amigos, algún pariente y algunos alumnos de Joan. Tanto Isabel como Joan se desvivieron porque todos estuviéramos bien, preocupados porque no faltaran bebidas o bocadillos, por hablar con todos y cada uno aunque sólo fueran unos segundos y por agredecer mil veces la asistencia al evento, las frases dejadas como al descuido en el libro de firmas, las felicitaciones. Para mi además fue un orgullo que Isabel me encargara hacer las galletas y la tarta de Aniversario.
 
 
Una boda. Sí, se prepara en el horizonte una boda (tan escasas en nuestra familia estos ultimos años). El día que mi sobrina Natalia y su pareja Xavi nos dijeron que se casaban fue verdaderamente especial y emotivo. Ya hace un tiempo que viven juntos y el paso del bodorrio es meramente un trámite administrativo que en ocasiones te facilita o dificulta las cosas y esta es la realidad, y como además hoy casarse es un lujo pues........ por eso aún fue más sorpresa..... porque ya no cuentas con ello y tan sobrina es Natalia como sobrino es Xavier a estas alturas. ¡Vamos, que no concibes ya uno sin el otro y ni te acuerdas de que no estén casados! porque eso hoy carece de importancia. Lo verdaderamente importante es que se quieren y son felices juntos. Y soy su madrina.
 
Un reencuentro. Gracias a Thermomix mira por donde, he retomado o quizás iniciado una relación con mi prima Montse y a través de ella con el resto de sus hermanas y hermanos. Pesada que es una poniendo mensajes o recetas o promociones..... pues se decidió a comprarla. En los días que nos hemos visto hemos hecho trabajar tanto la máquina como los recuerdos de niñez, de la abuela Juana, de su madre Angelines o su padre Mariano y algunas vivencias más o menos en común y hemos descubierto pasajes de nuestra familia que sólo ella o yo conocíamos, es decir cosas que yo sabía y ella no y al contrario cosas que sabía ella y yo no. Estoy encantada, y además como pasa con casi toda nuestra extensa familia, a pesar de no vernos pongamos por caso durante 3 años, cuando nos encontramos parece ayer cuando nos vimos por última vez y seguimos una conversación. Me encanta.
 
Otra sorpresa, aumento de la familia a mogollón en perspectiva y por orden cronológico :
 
Mi primo Javier y su mujer Silvia, están a punto de ser papás por segunda vez, Mario está muy cerquita ya, a sólo unos días.
 
Mi prima Mª Carmen y Dioni su marido están a punto de ser Abuelos por primera vez. No recuerdo exactamente para cuando, quizás para Julio o Agosto.
 
Y más recientemente, mis sobrinos Marc y Soraya, que nos dan una doble sorpresa porque van a ser papás por primera vez y esperan 2 bebés mellizos. Estos aún se harán esperar unos meses aunque es este caso es posible que no sean los meses convencionales porque a veces si no tienen sitio uno de los bebés suele empujar al otro para salir antes de tiempo.
 
Y otro motivo más de felicidad, he vuelto al mundo laboral, VUELVO A TENER TRABAJO.
 
Y es que no os podeis hacer a la idea de lo que significa para mí. Tengo 50 años y he trabajado initerrumpidamente desde los 14 años hasta los 48 años. Más concretamente desde el 8 de enero de 1977 hasta el 31 de Julio de 2011.
 
Hay un dicho que reza así "EL TRABAJO DIGNIFICA AL HOMBRE" y yo lo interpreto de igual manera. Una persona, da igual su sexo, tiene que trabajar para sentirse bien, para valorar lo que cuesta desde una barra de pan hasta la bata del colegio del hijo, o ese café matutino en el bar de la esquina. Yo llevaba ya un tiempo en una espiral sin sentido siempre hacia abajo y sintiéndome mal conmigo misma, sin encontrar apenas alivio en las tareas diarias, ni distracción que aliviara mis penas. El día que vino mi marido y me dijo que había una vacante en la oficina de su empresa, que era un trabajo sólo por la mañana y que le habían dicho que me consultara si me podría interesar.... yo me eché a llorar de pura felicidad. Afloraron los nervios, después de casi 3 años, sería capaz de desarrollar bien el trabajo?, les gustaría a los jefes mi manera de trabajar o actúar o vestir o ...... de golpe millones de dudas..... y reciclarme, claro, porque en tres años muchas son las cosas que han cambiado a nivel fiscal, laboral.... en fin un desafío.
 
Todos a mi alrededor me dicen que me ha cambiado hasta la fisonomía y el carácter, que estoy más jovial y comienzo a no tener cara de amargada. Yo también me levanto con otro aire todas las mañanas. Estoy verdaderamente más feliz.
 
Y me he dejado mil cosas en el tintero, seguro, pero hoy no doy para más, quizás cuando recuerde esos otros pasajes pueda compartirlos con vosotros y si no son pasados seguro que serán las buenas cosas futuras que se avecinan.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Y VAN 5 ........

¡ CINCO ! con mayúsculas, porque no sé otra manera de que se entienda. Es decir, es la quinta vez que me convocan a una mesa electoral. En mi entorno próximo no conozco a nadie a quien hayan convocado siquiera una y a mí me ha tocado 5 veces.
 
El próximo domingo me lo pasaré cumpliendo con mi deber ciudadano por unos € (que siendo sincera siempre vienen bien) serán como poco 12 horas casi todas ellas en silencio, en una silla más o menos cómoda y esperando a mis conciudadanos, los que quieran acercarse a votar.
 
No se puede hablar de política, no se puede confraternizar en exceso con los compañeros de mesa sacrificados como yo a dejar de pasar 1 día en familia por cumplir con un deber impuesto, que no escogido.
 
Porque yo ya no sé si soy apolítica lo mismo que se puede ser atea, que en tal descrédito está cayendo lo del deber debido (valga la redundancia) del político al servicio del pueblo que en verdad se vuelve una descreída total.
 
Igual me ha venido pasando con los años en cuanto a religión se refiere, ese TABÚ con letras mayúsculas que nos inculcaron a la mayoría en la niñez y que se ha ído diluyendo en el tiempo.
 
Recuerdo sin cariño ninguno la voz imponente del mossén impartiendo las clases de catecismo en la Iglesia, con la reverberación de la misma en los muros antiquísimos; recuerdo el frío en la capilla o quizás era el frío del miedo que se asentaba en mis huesos, sabiendo que en cualquier momento me tocaría por lista entrar en el confesionario y desgranar allí mis pecados ocultos tras mis 9 años infantiles (no como los 9 años de hoy).
 
Por aquél entonces era la Iglesia toda una Institución, imponente y poderosa, que con el tiempo ha resultado tener (en ciertos ámbitos y como tantas otras cosas) los pies de barro.
 
Y ha llovido mucho en estos últimos años, tanto que deberían haberse desmoronado los cimientos y sin embargo han sido apenas descarnados, será que no eran pies de barro simplemente, quizás ya eran de porcelana, cocida y recocida y que no se deshace con facilidad.
 
Y una pierde la Fe no en un ser superior, llámese Dios o Ente o ....., pero sí en sus representantes terrestres y las múltiples interpretaciones que estos hacen de las leyes divinas adaptándolas a sus caprichos terrenales.
 
Quede claro que ni toda la Clase Política ni toda la Jerarquía Eclesiástica son malos o aprovechados o directamente inmundicia rastrera, pero ya se sabe que de los buenos apenas se oye nada.
 
Normalmente son esas buenas personas las que prefieren las sombras antes que los deslumbrantes focos públicos.
 
No puedo agradecerle nada a unos u otros porque no siento que hayan hecho nada noble por mí o por los míos, ni incluso que hayan hecho algo por mejorar una calidad de vida que no sea de la ellos mismos.
 
Y pongo un ejemplo.
 
Durante 21 años fui partícipe de la dirección de una empresa (no yo sola por supuesto), creamos puestos de trabajo, movimos con nuestro trabajo la economía local y nacional (y aquí que cada uno lo interprete o lo entienda como quiera), cumplimos estrictamente con nuestras obligaciones legales y fiscales, etc... como a tantos, estra crisis gaopante que padecemos, nos hizo caer y cerrar la puerta no sin antes liquidar a los trabajadores, Seguridad Social, Hacienda y Proveedores, es decir sin dejar deuda ninguna.
 
Cerramos la empresa por las deudas de nuestros clientes pero con la conciencia tranquila.
 
El resúmen es rápido, los posibles beneficios de 21 años de trabajo están pendientes de cobro porque los clientes sí hicieron suspensión de pagos o supieron esconder entre mil entresijos el sudor de nuestro trabajo para disfrute de ellos y en detrimento de nuestra supervivencia.
 
Bien, es el riesgo de quien se siente emprendedor y aspira a vivir de su trabajo de manera autónoma.
 
Después de toda la parrafada es la moraleja lo que os quiero explicar. Tras esos 21 años, no me ha quedado nada, no tengo derecho a paro, no tengo derecho a complementos, no tengo derecho a becas... así podría seguir un rato más, todo por haber cotizado como autónoma y no en el régimen general y no como opción, sino como obligación.
 
Es decir que para el ciudadano de a pie todo se le vuelve cuesta arriba.
 
Aunque por otra parte no sé de qué me extraño.
 
Me tengo por persona muy leída (que no culta) y a través de los años y las múltiples lecturas llega una a una conclusión fácil :
 
El mal del tipo que sea siempre se superpone sobre el bien (léase Caín y Abel, por empezar por alguien)
 
Los impuestos sobre los agricultores y sus cosechas o el derecho de pernada en la Edad Media
 
La bula que pagaba la Clase Pudiente para poder comer carne en días de Cuaresma
 
etc...etc...etc... mientras tanto los Administradores monetarios, políticos o espirituales han vivido siempre orondos y rodeados de prebendas y oropeles.
 
En fín ..... otro día más reflexiones.
 
 
P.D.  Repasando lo escrito me doy cuenta de que me he desviado y salido por la tangente. Ya hace unos días que lo escribí y alguna cosa debió influirme que ahora no recuerdo así pues no cambio ni una coma. Sed benévolos en la lectura y críticos con los comentarios. Gracias.