martes, 15 de abril de 2014

Alimentaria 2014

Toda una experiencia sensorial, vaya eso por delante.
 
Os puedo asegurar que todos, absolutamente todos los sentidos tienen cabida.
 
* El primer sentido, el de culpa por el precio de la entrada ¡madre mía, 60,00 €!. Días antes hice tímidos intentos de agenciarme una entrada gratis a través del cliente de una amiga, pero fue imposible y yo con unas ganas de ir este año ......, así que sí o sí, fuí y pagué y entré en ese mundo propio y ajeno a la crisis que se llama Alimentaria. Cuando digo ajeno a la crisis me refiero sin duda a la cantidad de gente que se movía por allí, casi todos trajeados, con sus mejores sonrisas y apretones de manos intentando sobre la marcha cerrar tratos en unos casos ínfimos y en otros millonarios, seguro.
 
Un micro-mundo donde como en casi toda la industria dominan los hombres y siguen siendo las mujeres las que ejercen de embajadoras de las marcas en forma de azafatas que te obsequian con la muestra de rigor, o captan tu atención con un juego absurdo al que nos prestamos la mayoría por conseguir cualquier cosa que deja de tener sentido fuera de las paredes de la feria.
 
Los maletines, negros casi todos, con ruedas algunos, repletos de prospectos, folletos, tarjetas de visita, hojas de pedido, arrastrados con brío en las primeras horas de la mañana y en la cara las ganas de agradar al cliente, al comprador y continuar en la rueda de los negocios.
 
* El segundo sentido, sentirse uno apabullado por tal cantidad y variedad de alimentos de todas partes del mundo. Catalogados en pabellones y estructurados por calles según las procedencias : Internacional, Comunidades..... o por producto : Vinos, Aceites, Carnes..... , mejor no pensar en las penurias de tantas personas solo traspasando hacia afuera la puerta de la feria, porque dentro de sus paredes todo era abundancia, en las decoraciones de los stands, en las muestras regaladas, en la variedad gastronómica ofrecida.....
 




 

Bien, una vez dentro y como he dicho con las ganas que tenía, cabeza arriba y ha disfrutar del espectáculo. No estructuré mi recorrido consciente de que sería imposible verlo todo y así pues me dejé llevar por la corriente de gente y aterricé en el pabellón Internacional.
 
Entrada a la derecha y a recorrer los pasillos hasta el final y seguir por el siguiente hasta el final y así hasta acabar o aburrirme.
 
Con casi lo primero que me topé (que fuera relevante, claro) fue un stand italiano al que se llegaba más por el olor ... No sé qué más ofrecía pero lo que de verdad llamaba la atención era un enorme tarro de vidrio lleno de trufas, casi todas blancas. ¡Son famosas le tartufi bianchi italianas y carííííííísimas!, por supuesto el tarro cerrado y precintado con silicona.


No es que me gusten especialmente las trufas, pero he de reconocer que el olor es indescriptible, intenso e inconfundible, y que todos al pasar íbamos como las abejas a la miel.





















Los exóticos pasillos de productos coreanos intentando posicionarse con fuerza en nuestra economía gastronómica., llenos de color por los productos en sí y por los trajes y las decoraciones ¡tan diversas!
Pero claro todo no va a ser internacional y recorriendo los pasillos me topé con un stand en el que hacían degustaciones a horas concertadas (como cuando vas al médico) y tuve la suerte de que en breve comenzaba una demostración y cata de tapas...

- Uhmmmm, es la 1 de mediodía y parece que con tanta cosita atractiva se le abre a una el apetito, así que me quedé. El promotor era un fabricante de "picos camperos" de pan, vamos... pero con ligeras variaciones como picos de chorizo con sabor al mismo, un dos por uno, te comes el pan y tienes implícito el sabor a chorizo que no sé si contiene algo o son trazas o sólo aromatizantes, pero que realmente estaba muy conseguido.



* pan tostado integral con calçots confitados bañados con aceite de romesco, una delicatessen con un sabor y aroma espectaculares y, lo más importante, totalmente asequible a nuestros bolsillos, a nuestra economía y a nuestro paladar.
* carquiñolis con una "presa de xocolata negra", un copo de flor de sal y unas gotas de aceite de trufa.
* picos de chorizo con humus
* tostaditas con jamón ibérico
* crakers con escalibada

¡Vamos que fué una buena decisión la de quedarme a ver la cata! No lo probé todo pero siempre te quedas con alguna idea o alguna presentación con la intención de hacerlo luego en casa tuneado a nuestro estilo por supuesto.
 
y para finalizar....foto con el cocinero que nos dió la charla. Aprovechando estrategias de mercado, le pido la fotografía y posiciono la agenda Thermomix para que salga en primer plano, nunca sabes dónde puede estar la oportunidad.
 
 
 
Un poco más allá comenzaban los Stand de las diferentes Comunidades Españolas y vas mirando a diestro y siniestro, mirando y admirando tantas delicias.
 
País Vasco
Allí, encima de un tajo, una pieza de carne de un rojo intenso con una espesa capa de grasa amarillenta que te atrapa al instante y te insta sin remedio a preguntar ...
 
 
- ¿De qué es esta carne? y la Chica del Stand (en este caso no azafata sino Carnicera) nos responde a un grupo de curiosos...
- Es de Vaca vieja.
- Ahhhh y cuánto tiempo tenía???
- 16
Y yo en mi inocencia de persona de ciudad ......  ¿ meses ?
- Años, exclama la Chica
y me quedo boquiabierta y más que asombrada de que aún queden animales de crianza a la antigua en este mundo acelerado en el que los pobres pollos nacen, crecen y mueren en apenas unos días.
La pieza tenía además un indicador de "Adquirido por Arzak" lo que para mí es garantía de excelencia.
En otra zona me asombré con la magnificencia de las carnes Gallegas, cortes y más cortes de carnes rojas o de colores menos intensos pero todas sin excepción con una presencia impresionante, predominando los entrecôtes, los chuletones, los costillares..... e incluso las terneras enteras expuestas en contenedores frigoríficos de cristal, colgadas las piezas desde gran altura para hacernos ver los animales enteros.


 
En esta vida acelerada de hoy con tantas influencias gastronómicas en las que se nos impele a no comer para ser delgados, o alimentarse de barritas bajas en calorías, batidos y lechuga.... fue bastante refrescante ver tanta carne y tanta gente aficionada a la misma, la lástima es que esos cortes de carne tan espectaculares están fuera del alcance de la mayoría de los bolsillos aunque deleitarse con la mirada sigue estando permitido afortunadamente.
 
 




















Son mil cosas y no de todas puedo hacer comentarios (no acabaría nunca) pero sí puedo hacer breves pinceladas de las cosas que me llamaron más la atención.

Pabellón de frutas (a saber cómo se llamaba el pabellón, pero bueno así me sitúo) y me encuentro con el Stand de Melones "El Abuelo" y ahí sube el nivel de asombro.... Judith Comes, campeona del mundo de tallado artístico de frutas había desarrollado todo su arte en composiciones varias y variadas utilizando como soporte los melones. No tengo palabras, os dejo las fotografías de alguno de sus trabajos allí expuestos para que seais vosotros los que los valoreis.
 


 
 


 
En el Pabellón Multimarca, creo, pasé junto al Stand de un fabricante de pasta italiana con un "Tendedero para secar pasta" en el que había multitud de tipos de pasta ya seca, espaguetti y fideos de todos colores y medidas, tagliatelle, lasaña..... original y colorido ....aunque intenté hacer una fotografía interesante, mi móvil antediluviano (como dice mi hijo) no da para más y va a quedar en simple anécdota, pero aún y así ahí queda la imagen.

 



















Paseando por el Pabellón fuí a dar a un Stand de China especialista en productos importados de allí, algunos congelados, otros deshidratados y también vinos y licores. A diferencia del resto de Stands, allí no había cola para degustar, habían conformado una barra en la que sin cesar reponían platos con algas, empanadillas, fideos, arroces..... y platillos y palillos y servilletas para que cada uno se sirviera a su gusto. Una delicatessen, de verdad.

 
Punto y aparte merece el Pabellón Dulce. Dado que me paseo por casi todas las ferias o exposiciones de Dulce, Cupcackes, Pasteles, etc......, llega un momento en que no todo es espectacular o maravilloso porque la vista habituada ya a tanta excelencia pasa por encima sin darle mayor importancia (aunque la tenga) y esa misma vista busca otros horizontes y esta vez me topé en particular con un Stand de Chocolate Belga cuya característica principal es la decoración de sus embalajes, cajas etc. con motivos aéreos, colores suaves y apariencia vintage.
 
Fuimos muchos los curiosos que nos acercamos a ver y admirar con detalle los maravillosos cuadros que querían representar.




 
 
Claro que no sólo stands o expositores de comida componen Alimentaria, hay decoración, hay packaging, hay Show Cooking, hay clases magistrales y también zona para Vip's sólo apto para gente con invitación, snif...snif...
 
Un breve apunte de decoración vintage de establecimientos, os dejo aquí unas fotos que no pude dejar de hacer porque me atrajeron la vista como si tuvieran imanes, simplemente, M'ENCANTAN. Que las disfruteis.



 
 

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