Ayer fue el cumpleaños de mi yerno Fran, así pues hicimos frente común entre Nerea y yo y le hicimos una tarta la mar de resultona.
Aproveché una receta de bizcocho para decorar con fondant que resulta ligera y poco dulce, la verdad, con lo que el fondant no se convierte en algo empalagoso y dulce sino en el equilibrio perfecto.
Para asegurar los dos pisos pusimos buttercream de vainilla.
La base, un círculo de porexpan forrado, con sus correspondientes pegotitos de buttercream.
Aquí Nerea decorando la tarta con Royal Icing ya preparado de Wilton, súper fácil de usar. Quede claro que yo no participé en la decoración, sólo preparé el bizcocho, ehhh.
¿Qué os parece?
Entre pisos no pusimos ninguna esteca porque las velas llegaban hasta abajo y hacían de soporte.
¿ A que ha quedado guay?
Felicidades Fran
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