viernes, 15 de marzo de 2013

Truquioca

¡Valeeeee! Me he inventado la palabra, pero bajo este hallazgo de la Real Academia de la Lengua se esconde la intención (sana, por supuesto) de compartir trucos, ahorros en la cocina, curiosidades varias o simplemente cosas que yo sé y que quiero que vosotras/os también sepais.
Igualmente, cuento con que si sabeis algún truqui que solo es vuestro o de vuestras madres, abuelas, tías, o padres, abuelos, tíos (que aquí no se discrimina a nadie ¿vale?) pues lo podais compartir también.

Pues aquí va el primero :

Canela



 ¿Cuántos palitos de canela habeis tirado a lo largo de vuestra vida? Pues, se acabó tirar.
Los palitos de canela son tan intensos que una vez utilizados, se lavan, se dejan secar y se pueden utilizar varias veces. Dependerá de cada una/o de vosotras/os las veces que reutiliceis cada palito según vuestro gusto por la intensidad del sabor y olor.
Probadlo y ya me direis.

Vainilla



En algunas recetas de postres o dulces, nos piden vainilla en rama y es un producto realmente buenísimo pero también caro (se suelen vender en blister de 2 unidades)
Las vainas de vainilla se abren por la mitad con cuidado con un cuchillo bien afilado y se sacan las semillitas negras que hay en su interior (rascando con la punta del cuchillo)
Una vez que hemos quitado las semillas para nuestrea receta ¿que hacemos con las vainas? ¿A la basura? Pues NO.
Estas cáscaras se meten en un tarro con azúcar blanco normal y en poco tiempo tendremos azúcar vainillado. Las vainas pasan sus aromas al azúcar. Con esto matamos dos pájaros de un tiro, utilizamos las vainas que íbamos a tirar y nos ahorramos comprar azúcar vainillado para otras preparaciones.
Como en el caso de la canela, dependerá de vuestro gusto por la intensidad del aroma, pero yo empezaría poniendo poca cantidad de azúcar y si os resulta demasiado añadir más azúcar hasta que encontreis el equilibrio.
Probadlo, de verdad da resultado.

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