Crónica de Ibiza by Celia (IV) Raras reflexiones de mi mente.

De tattoos y piercing's, de eso está llena Ibiza. Tal concentración de decoración del cuerpo humano en tan pocos metros de piel no pensaba yo que fuera posible.

 

Nadie se asombra ya porque la gente joven decore y transforme su cuerpo con tatuajesy perforaciones de toda índole. A mi lo que me llamó la atención fue la cantidad, no sabría decir con exactitud pero casi seguro que no me equivocaría mucho si apuesto por un 80 % entre unos y otros, y entre todos no podría distringuir tampoco cuántos eran chicos y cuántas chicas.

 

Puestos a reflexionar, como vengo haciendo últimamente, ganas me entran de esperar unos cuantos años a ver qué camino sigue esta juventud y con que se encontrarán cuando las carnes cuelguen (porque cuelgan, más tarde o más temprano, os lo aseguro) y empiecen a parecer esos tatuajes como los relojes blandos de Dalí.

 

O por esas circunstancias de la vida, algunos deban sufrir operaciones y deban cortar por el medio del tatuaje dejando inconexas ambas partes o cuando menos con otro feo adorno que no tendrá nada que ver por supuesto.

 

Pero como digo, ya nadie se asombra. Hoy estar tatuado no es símbolo carcelario per se, aunque en esos ámbitos los tatuajes tengan un significado harto diferente.

 

Pero tampoco espero que nadie intente convencerme de que hacerse dilataciones en las orejas u otras transformaciones más drásticas en otras partes del cuerpo obedezcan a querer adaptarse al modo de vida de las tribus que todavía hoy tiene por costumbre modificarse el cuerpo, porque para esas personas de esas tribus de distintas partes de este mundo nuestro sí tiene un sentido cada una de esas actuaciones sobre su fisonomía.

 

¿¿¿O acaso todos estos jóvenes nuestros estarían dispuestos a dejar el materialismo y consumismo que nos invade y cambiarlo por una vida sin lujos, buscando día a día el alimento y durmiendo en medio de ningún sitio??? Porque entonces sí, me quito el sombrero y comprendo su afición.

 

Quede claro, que en cualquier caso, son reflexiones mías y que si por alguna circunstancia alguien se sintiera ofendido por mis opiniones le pediría  un poquito de margen. El hecho de que no me gusten algunas cosas no es óbice para no convivir con ellas.

 

Calurosos saludos de agosto.